La Mano de Buda es un fruto originario de la India, aunque actualmente ha aumentando su popularidad y cultivo en el sur de Europa. Llama la atención la extraña forma de su fruto, de color amarillo intenso. El fruto está “fragmentado”en delgadas porciones que se asemejan a los dedos de una mano, de ahí su nombre.

El fruto es de piel gruesa, apenas tiene pulpa ni jugo, y carece de semillas. Su encanto reside en su aroma. Es un fruto altamente aromático. En la cultura asiática es muy utilizado para perfumar objetos, estancias o ropa. También se utiliza su piel para aromatizar en repostería, coctelería y gastronomía en general. Su piel también puede caramelizarse para elaborar deliciosos platos.

El árbol es tipo arbusto, no superando los 5 metros de altura. Sus flores son las típicas blancas de azahar, pero con un toque de color púrpura. Las hojas son verdes de 10-15 cm de longitud.

Cuando el fruto madura pasa del color verde al amarillo intenso. Los meses de maduración y recolección son de septiembre a marzo.

Cuidados: como otras especies de cítricos, no tolera ni las heladas ni los suelos demasiado salinos.