Historia

Existen 1.368 variedades de uva con abundancia y calidad suficiente para ser vinificadas y solo 17 de entre todas estas variedades suponen el 85% de la producción mundial de vinos. Estas variedades pueden ser combinadas con diferentes coupage, elaborarse con diferentes tipos de maceración, fermentación o crianza, y madurar en barricas de diferentes nobles maderas o materiales, así como en depósitos de acero, arcilla, hormigón... que, a su vez, pueden tomar diferentes formas: elípticas, ovoides, cúbicas...

Nos encontramos ante un mundo de infinitas posibilidades. Entonces, ¿por qué debo de tomar él vino que las bodegas determinan, siempre de acuerdo con sus intereses?

Proyecto

Esta fue la pregunta que surgió en una reunión con nuestro principal importador en los USA, cuando nos manifestó su voluntad de encontrar un vino elaborado con una uva blanca, que desprendiera aromas florales y hubiera fermentado en barrica y permanecido en estas por un largo periodo de tiempo para su crianza. Con recuerdos a miel, almendra, frutos azules y almibares. Equilibrado y elegante. Con gran personalidad alta expresividad. La perspectiva de elaborar un vino de estas características no eran optimistas, pero asumimos el reto de atender su demanda: "no tengo lo que me pides, pero encontraré la forma de elaborarlo para ti"

Dos años después, viajamos a los USA con dos botellas en la maleta de un vino, aún sin marca ni etiqueta, elaborado con Garnacha Blanca, fermentado en barricas de Acacia y habiendo permanecido en ellas durante seis meses de crianza con sus lías. Por fin nuestro cliente había encontrado su vino.

Equipo

Fue entonces cuando entendimos que la complacencia de las personas que viven, aman y compran vino, no puede estar sujeta a las limitaciones propias de una bodega.

Así nació el método de trabajo que hoy denominamos Wine DSGn Thinking, el método que te convierte en prescriptor de los vinos del mañana.