Historia

Las “Huertas del Monasterio de Santa Catalina de Montefaro” están en el entorno de la Península de Bezoucos, entre el agua y el verde, nuestra tierra. En un lugar que conserva algo ancestral, profundamente poderoso, que nos ha envuelto desde la infancia y se nos ha colado dentro.

Aunque estuviéramos lejos, recordábamos ahí los castros, las cuevas, los montes, entonces llenos de fragas, soutos y regatos, los castillos, las baterías abandonadas …

Las huertas de Santa Catalina de Montefaro son un proyecto de vida, de regeneración del territorio, que pretende contribuir tanto a la recuperación del entorno como a mejorar la vida de sus habitantes, creando, además, comunidad.

Proyecto

Nuestro proyecto tiene varias patas que estamos construyendo con paciencia y cariño:

En las huertas cultivamos los productos de nuestra tierra a la manera tradicional, ecológica y respetuosa con los tiempos de la naturaleza.

En la granja empezamos a trabajar en la conservación de especies animales únicas de esta zona, como el burro fariñeiro, el porco celta, las galiñas de mos, o a la cabra galaica, cuidándolos para que vivan mucho y bien y para que ayuden a regenerar las tierras.

En las casas recibimos a huéspedes que deseen disfrutar y conocer este entorno maravilloso, y además acogemos programas culturales y artísticos.

Porque por algo la palabra “cultura” viene de cultivo, de tierra y de tradición, y porque la cultura sirve, precisamente, para la transmisión de valores y para crear comunidad.

Equipo

El equipo lo formamos cinco personas y contamos con la colaboración de una Fundación. El campo y los animales son cuidan con cariño y esmero por Jose y Agustin, mientras que el alma de los alojamientos es Celeste, quien los mantiene en perfecto estado y recibe a los huéspedes. Patricia coordina el proyecto y Roger se encarga de las actividades artísticas y culturales a través de la Fundación Gabeiras para el Derecho y la Cultura.

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